Planet Dust Cap 0.1

17 sep. 20:45

Dos sombras se distinguen en la cerrada noche de otoño. Parecen un sueño pero se las distingue claramente por su movimiento serpenteante.
De detrás de un coche empotrado contra un portal de viviendas salen esas siluetas corriendo como alma en pena sin dirección aparente, trastabillado uno de ellos cae aparatosamente contra el húmedo pavimento.

El compañero frena en seco y le ayuda a levantarse, es normal que se haya caído piensa; tiene un tajo inmenso en el hombro y además carga con una inmensa mochila militar llena hasta los topes de víveres.

-Que dolor más grande Kike, pero te juro que esos cabrones no me pillan. Antes muerto.
-Vamos, date prisa, hay que llegar al refugio.

De repente y en medio del desconcierto, una criatura cuadrúpeda, difícil de visualizar, bordea una esquina a modo de araña a unos metros del suelo, y comienza a chillar medio serpiente medio perro salvaje, en dirección a las dos personas.

-Es tu sangre Dani, ¡Joder!...
Famélico y con los ojos inyectados en sangre Dani grita:
-ACABA CON ESE HIJO DE PUTA ENRIKE!

Las ráfagas del Cetme L, iluminan toda la calle, el modo automático del fusil y la puntería de Enrike parece que surge algún efecto, aunque como si ambos fuesen militares, se van replegando hasta un coche cercano, en busca de cobijo.
El hybrid*, salta inmediatamente al suelo, y trata de levantarse sobre sus piernas traseras, gesto inequívoco de un remoto pasado humano; las balas aterrizan en todo su cuerpo, y eso enfurece aún mas a esa cosa.

-Cargador!!!
-Toma. A la cabeza a la cabeza!!!!
-No veo un pijo, Joder!

De repente surgen más aullidos de ultratumba de todas partes, nuestros chicos sienten el miedo en los huesos, Dani saca una Glock guardada en la espalda, y juntos comienzan un ataque sobre el bicho.
Varios disparos impactan en la cabeza no sin antes cortarle un brazo a la altura del hombro. El animal desconcertado salta con un potente brinco sobre los ejecutores y es entonces cuando el último disparo del cargador de la glock da , como diría aquel, en medio de la diana.
Con un gesto rápido los dos se apartan y la criatura cae en medio de un mar de casquillos vacios y humeantes.
Dani que no está del todo satisfecho levanta la bota militar y comienza a pisarle el cráneo, una y otra vez, mientras los fluidos y trozos de hueso, comienzan a salpicar la calle.

-MIERDA DE BICHO PENSABAS QUE NOS IBAS A JODER…EHHH… MALDITA COSA!!!!!!

La furgoneta de la empresa Nordes-prosegur llena de grafitis frena aparatosamente delante de Dani, y un Enrike nervioso pide a su compañero que se suba inmediatamente.
La mochila, el malherido combatiente y su orgullo suben rápido a la furgoneta no sin antes dejar de regalo un escupitajo en el cráneo del cadáver.
Mientras engranan marcha atrás, comienzan a salir 4 o 5 bestias más de las sombras, excitadas por la luz de los potentes faros.
Es entonces cuando podemos vislumbrar bien lo que hay detrás de los aullidos, una masa informe y hipertrofiada de músculos, venas, moratones, sangre y bello. La mandíbula esta retraída y se pueden ver una fila de dientes desarrollados en lo que antes era un labio, los ojos no están, simplemente se han convertido en un agujero negro como el infierno.

La visión no puede ser peor, porque si una de las características de estos engendros es destacable, es sin duda su velocidad de movimientos.

-Vamos vamos vamos….acelera JODER!!!!!!
-Ya llegamos ya llegamos…

Enrique es veloz al volante, sortea los coches destrozados de la calle como si fueran conos en una escuela avanzada de conducción, las ruedas chirrían de forma espectacular, desde luego no es ese el empleo para el que estaba destinada la Peugeot. Al llegar a una bifurcación y tomar la salida de la derecha, atraviesan un portón de metal, y el motor deseando respirar, deja de sonar inmediatamente. Dani malhumorado, baja de la furgoneta y con cara desencajada dice:

-Te dije que ir al Hiber no era buena idea.